Foxconn, uno de los proveedores más grandes de la India y uno de los principales fabricantes de componentes para iPhone invertirán unos 700 millones de dólares para construir una nueva planta en el estado indio de Karnataka, informó el viernes Bloomberg.

El informe se produce cuando las empresas estadounidenses continúan reevaluando su dependencia de China a raíz de la creciente tensión entre los EE. UU. y el gobierno chino.

Bloomberg, citando a personas familiarizadas con el asunto, dijo que Foxconn construirá una planta de piezas de iPhone en un sitio de 300 acres cerca del Aeropuerto Internacional Kempegowda de Bangalore.

Bangalore, es la capital del estado de Karnataka, que se encuentra en la costa suroeste de la India y tiene uno de los niveles de PIB per cápita más altos de cualquier estado indio.

Los funcionarios del gobierno confirmaron el informe de Bloomberg el viernes y escribieron que la nueva planta creará 100.000 puestos de trabajo. El esfuerzo será una de las mayores inversiones de Foxconn en India, informó Bloomberg.

Bangalore, en particular, se considera uno de los principales centros de ingeniería y tecnología de la India.

Foxconn y los proveedores de tecnología en general han buscado diversificar más allá de China, que ha sido un centro tradicional para la fabricación, a raíz de los devastadores bloqueos de Covid y la desaceleración de la fabricación. Esos bloqueos provocaron una disidencia nacional generalizada, y los videos de los empleados de Foxconn que huían de las instalaciones de fabricación de iPhone de la compañía se difundieron ampliamente en las redes sociales occidentales.

India y Vietnam se han convertido en los principales contendientes para suplantar el dominio de China en el espacio de fabricación y suministro. CNBC informó anteriormente sobre los comentarios de funcionarios del gobierno indio que afirmaban que Apple buscaba aumentar la producción en India para representar el 25% de su producción total. Foxconn ya tiene presencia en India a través de una fábrica próxima a Chennai en el este de India.

CNBC / BLOOMBERG