Hamas, Al Qaeda y el Estado Islámico recaudaban fondos para sus planes terroristas a través de criptomonedas.
Ofrecían insumos hospitalarios a EEUU de dudosa procedencia y obtenían pagos por medio de aplicaciones.
Los funcionarios dijeron que confiscaron alrededor de 2 millones de dólares durante la mayor medida de Estados Unidos contra el uso de criptomonedas por parte de grupos militantes